Hoy
deseo compartir con quienes visitan este espacio digital, un resumen de la
ponencia que fue expuesta por el Cronista de Altagracia de Orituco Carlos López
Garcés en el IX Encuentro de
Cronistas, Historiadores e Investigadores, celebrado en Ortiz, el sábado
24-08-2013, alusiva a uno de los acontecimientos más importantes de la historia
de Lezama, pueblo éste que, en los últimos tiempos ha sido sometido a un “proceso
de olvido”, a pesar de lo mucho que ha aportado al desarrollo de Venezuela,
nuestro estado Guárico y al Municipio José Tadeo Monagas. No podemos permitir que Lezama siga en el abandono.
“Lezama ha dado tanto
que debería tener carreteras a granel con morocotas de canto”
UN COMBATE EN ORITUCO
DE 1814
“San Francisco Javier de Lezama es un pueblo que data de los tiempos de
la hegemonía colonial española, con trescientos veinticinco años de existencia;
está ubicado en el extremo nor-oriental del estado Guárico, a orillas del río
Orituco, en cuya jurisdicción ocurrió la llamada Batalla de Lezama durante
la Guerra de Independencia y de la cual se cumplen doscientos dos años este 14
de marzo de 2016.
Pocas son las informaciones conocidas acerca de aquel conmovedor
encuentro bélico, que es de especial interés historiográfico para las
localidades orituqueñas; sin embargo, esas mismas noticias, aunque contienen
ciertas contradicciones, son suficientes para concretar la
posibilidad de un acercamiento a esa acción libertadora.
Las fuerzas realistas dirigidas aterradoramente por el general José
Tomás Boves, representadas en Orituco por el coronel Francisco
Rosete, había motivado a los patriotas orituquenses para abandonar sus
comunidades desde mediados de enero de 1814. El territorio orituqueño le sirvió
a los bovistas como centro de operaciones, desde donde invadieron los valles
del Tuy. No obstante, su organización era conocida por el ejército de los
independentistas orientales comandados por el general en jefe Santiago Mariño,
quien marchaba hacia el centro de Venezuela en auxilio de las tropas dirigidas
por Simón Bolívar, que enfrentaban desventajosas a las de Boves.
Mariño había dispuesto que el primer batallón de línea de Cumaná, con el
escuadrón número 6, a las órdenes del coronel Mayor General Juan Manuel Valdés,
le hiciera seguimiento cercano a las milicias enemigas, con el fin de procurar
la liberación de los pueblos de Orituco, lo que permitió avanzar hasta Lezama,
donde, el 14 de marzo, combatieron exitosamente contra los defensores del rey
que custodiaban los pueblos orituqueños. Las fuerzas republicanas habrían
avanzado por el camino que enlazaba a Chaguaramas con Orituco; se enfrentaron a
las defensas realistas a legua y media de Lezama, acaso en el sitio de San
Andrés o en sus cercanías; este lugar aún perdura y está ubicado justamente a
esa distancia y al sur de aquel pueblo.
Las características del terreno no permitieron formar la línea de
batalla; por esto fue escasa, pero suficiente, la cantidad de
soldados patriotas, formada por algunos carabineros y la compañía de
granaderos, para derrotar en hora y media a los realistas, cuyas pérdidas
arrojaron un saldo de más de cien cadáveres en el lugar de combate, un gran
número de heridos, varios prisioneros, algunas armas, una caja de guerra y la
fuga de los restantes.
No hay datos confiables acerca de supuestas bajas en el bando
republicano; tampoco los hay sobre la identidad del jefe realista
que comandaba las tropas derrotadas. Algunos mencionaron equivocadamente a
Sebastián de la Calzada, porque, para el momento de la Batalla de
Lezama, este realista ejecutaba el sitio de la ciudad de San Carlos, entre
el 12 y el 17 de marzo de aquel año. Otros señalaron a Francisco Rosete, lo
cual está en duda, pues este personaje cumplía la misión de atacar a los valles
del Tuy, que le había asignado su máximo jefe, el general José Tomás Boves.
La Batalla de Lezama habría significado un triunfo
alentador para las fuerzas patriotas en aquellos días terribles de la Guerra a
Muerte, cuando las tropas realistas comandadas por el general José Tomás Boves
dominaban sin piedad el escenario bélico. El entusiasmo causado
por aquel triunfo fue de poca duración, porque los partidarios del rey
reconquistaron los pueblos de Orituco, motivados por la victoria de Boves en La
Puerta, el 15 de junio de 1814.
Es pertinente decir que en este trabajo es utilizada la denominación Batalla
de Lezama porque así está identificada esta acción militar en uno de
los monolitos construidos en homenaje a los próceres de la independencia
venezolana, ubicados frente al Fuerte Tiuna, en Caracas. No obstante, debe
aclararse que algunas personas prefieren hablar de Combate de Lezama,
quizás apelando a una diferencia sustantiva, según la cual lo acontecido
entonces no fue una “serie de combates”, que por definición académica es
característico de una batalla, amén de otros factores, sino un combate solamente.
Esta apreciación parece tener fundamento, máxime cuando, con fecha en Orituco
del 20 de marzo de 1814, Ramón Machado, Secretario de Guerra a la orden del
patriota coronel Valdés, escribió lo siguiente refiriéndose a aquel suceso
heroico: “No entraron en la acción por nuestra parte más que algunos
carabineros y la compañía de granaderos, por no permitir la localidad del
terreno formar la línea de batalla…”(1)
(1) Extracto de la
ponencia “Algunas noticias de interés para estudiar la Batalla de
Lezama”, expuesta en el IX Encuentro de Cronistas, Historiadores e
Investigadores, celebrado en Ortiz el sábado 24 de agosto de 2013”.